Primero quiero darle gracias a mi madre, por su amor incondicional y por estar siempre a mi lado en cada paso que doy. Eres mi mayor inspiración y la razón por la que sigo adelante incluso en los momentos más difíciles. A mi padre, gracias por tu confianza, tus consejos y por enseñarme con tu ejemplo lo que significa la perseverancia y el esfuerzo. Gran parte de lo que soy hoy se lo debo a ustedes, porque me han mostrado que los sueños se alcanzan con trabajo y humildad.
También quiero agradecer a los licenciados, quienes con su gran paciencia, dedicación y compromiso han sido más que maestros, han sido verdaderos guías y amigos. No solo compartieron conocimientos, sino que transmitieron valores que me servirán para toda la vida. Este logro no es solo mío, sino también de ustedes. Gracias por caminar junto a mi en este proceso y por darme siempre el ánimo necesario para seguir avanzando.
No hay medalla, ni número, ni papel que pueda medir la luz que llevamos dentro. Cada lágrima silenciosa, cada amanecer de esfuerzo, cada tropiezo y cada triunfo forman un brillo que nadie puede robar. Agradezco este reconocimiento, a la institución que me vio crecer, a mi familia que me sostuvo con manos invisibles de amor, y especialmente a mi madre, cuyo cuidado y sacrificio me sostienen incluso cuando todo parece oscuro. Pero más allá de un cuadro de honor, lo más valioso son los momentos compartidos: las risas que nos levantan, los tropiezos que nos enseñan, los silencios que nos moldean, y la fuerza que surge cuando creemos que no podemos más. Nadie vale por una nota; valemos por nuestra capacidad de sentir, de luchar, de caer y levantarnos, de amar aun en medio de la incertidumbre. Aprendí a aplaudirme a mí misma, a saber que los sacrificios, aunque invisibles, son eternos, y que entre dificultades nos guían hacía las estrellas.
Quiero agradecer a Dios por este gran logro, por nunca dejarme caer y por darme las fuerzas necesarias para seguir adelante incluso en esos momentos en los que la duda invade mi corazón y me pregunto si lo que hago está bien. Él ha sido mi guía, mi luz y mi refugio en cada paso de este camino. También quiero expresar mi gratitud a mis padres, quienes han sido mi pilar a lo largo de todos estos años. Nada de lo que soy ahora habría sido posible sin su apoyo constante, sus consejos y su amor incondicional.
Este triunfo no es solo mío, también es de ellos. Me han inculcado a ser una mujer de buenos valores, pero sobre todo una luchadora, enseñándome a mantenerme firme frente a las dificultades y a no rendirme jamás. Gracias a su ejemplo he aprendido que los sueños se alcanzan con esfuerzo, perseverancia y fe. Hoy celebro este logro con la certeza de que cada sacrificio, cada desvelo y cada palabra de aliento valieron la pena. Este reconocimiento lo dedico a Dios y a mis padres, quienes me han mostrado el verdadero significado de la fortaleza y el amor.
Cada logro, por pequeño que parezca, es importante, porque detrás de cada paso está la dedicación personal y el apoyo de los demás. Por ello, agradezco a mis padres y hermanos, por su apoyo, por su paciencia y por enseñarme a siempre intentarlo una vez más. A mis profesores, que no solo me compartieron sus conocimientos, sino que también me mostraron que siempre hay algo nuevo que aprender y mejorar. Y a mis amigos y compañeros, porque hicieron este recorrido más divertido y lo llenaron de buenos recuerdos.
Si bien la dedicación y el esfuerzo son nuestra mayor fuerza, no debemos olvidar que lo esencial es disfrutar del proceso. Lo más importante es aprender de cada experiencia, seguir adelante y empezar de nuevo cuando sea necesario. Como dijo Mario Benedetti: “La gloria no consiste en no caer nunca, sino más bien en levantarse cada vez que se cae.”
Este logro va dirigido a las personas más importantes en mi vida, mis padres y hermanos, quienes han estado a mi lado en cada paso que doy. A pesar de las diferencias y malos entendidos, siempre he contado con el apoyo de ellos y nunca me han dado la espalda.
También quiero brindar mi más sincero agradecimiento a la Institución Educativa Fiscal Guayllabamba por acogerme en sus instalaciones y a cada uno de los docentes por sus enseñanzas, su paciencia, su compromiso y su dedicación, ya que así mismo han sido guías en mi camino y me han permitido crecer tanto personalmente como dentro del ámbito académico. Y por último, agradecer a todas esas amistades presentes, en especial a Xiomara, que a pesar de todas las diferencias he contado con ella, y a mi curso, porque para mí siempre será el mejor curso y siempre los recordaré por todas esas buenas experiencias vividas, por todas las risas, aventuras y recuerdos que hemos creado. Espero que el futuro me siga brindando nuevas oportunidades y que siga alcanzando grandes logros. ¡Muchas gracias a todos!
Me siento muy agradecida y honrada por haber sido incluida en el cuadro de honor.
Agradezco profundamente a mi mamá por su apoyo incondicional y a los licenciados por su guía y confianza, este logro también es de ustedes.
Es un reconocimiento que valoro profundamente y que me motiva a seguir dando lo mejor de mi.
Cada 26 de Septiembre celebramos el día de la bandera Nacional, nuestro símbolo patrio; y con ello los estudiantes de 3er año de bachiller hacen el juramento de lealtad y respeto hacia la bandera del Ecuador. Aquí destaca el cuadro de honor (estudiantes con los mejores puntajes)